Otra noche oscura

Alejandro Villamayor

Primer premio Bachillerato, Concurso Literario Ventanal de la Sierra 2013

Otra noche igual que la anterior, la misma gente, la misma ventana, la misma respiración tras el cristal. Una vida monótona, de color gris de olor a madera vieja, un sentimiento de agonía constante que acompaña cada latido de un corazón monótono. La sombra de un 20 de enero volvía al son de la caída del sol. En la cabeza de un hombre apartado de la sociedad, guarecido en una oscura madriguera, que salía fugazmente para comprar una cajetilla de tabaco y un licor barato. El dormir parecía el único entretenimiento de alguien que había perdido las ganas de vivir y de ver como otros vivían por él. La vida es más fácil desde fuera, desde la barrera, separado de las risas, los llantos, las alegrías, las amarguras.

La libertad era su mayor deseo, su único anhelo, daría la vida por poder salir una vez más sin que la gente analizara su forma de andar, de vestir, lo que bebía, comía y lo que veía. ¿Un pájaro preso de una jaula deja de ser pájaro? ¿Acaso alguien vive fuera de una jaula? Ver la realidad de una manera diferente a menudo es motivo de queja, de desesperación para quienes tejen la dichosa jaula. Una prisión para intelectuales y un hogar para los inconscientes e ignorantes. Desde una ventana, mirando desde arriba se daba cuenta que no eran los más inteligentes los que guiaban al grupo ni los que más ágilmente actuaban, eran los que tenían la capacidad de tejer las jaulas de alambre de espino negro que son como una trampa cuando te dejas llevar. Las mejores mentes caen bajo la llamada de un pastor y los demás siguen al rebaño, ¿el paso de un hombre no cambiaría nada? ¿Podría ser él ese hombre? Dar el primer paso es siempre lo difícil, como empezar un relato, qué camino coger para ir al instituto, con qué pie levantarse cada mañana... La vida vista desde arriba, detrás de un cristal, viendo siempre a la misma gente, una silueta inmóvil que espera al silbato de su dueño para ir del punto A al punto B y del B al A. No se daba cuenta de que la única manera de permanecer fuera de la sociedad era no pertenecer al juego, como cuando los niños juegan, la única etapa de la vida en la que no tienes que preocuparte de quién hizo qué, cuando vivir bajo el gobierno de alguien era sentirse seguro siempre y que con decir un simple "Ahora no juego" era suficiente para que todo lo pasado quedara atrás, para que todos los errores desaparecieran, para que la más oscura de las noches se tornara en el mejor día de verano. La palabra vida pierde su sentido cuando no la vives como a ti te gusta. La vida es la que nos llena por dentro. Cuando sólo sientes vacío es cuando has dejado de vivir. Una voz resuena en una azotea con un leve tono irónico.

–Nunca hubiera pensado que tendría que echar mano de...

Un estruendo se oye. El eco de la pólvora resuena. Un golpe sordo acompañado de un sonido metálico dan fin a un hombre, a un eslabón más, al que dio el paso y fracasó, quien respondió por sus errores y por sus logros ahora sentía lo que de verdad era la vida.