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Vox Populi
Título clave: Vox Populi (Colmenar Viejo. Internet) · ISSN: 2255-0585
IES Rosa Chacel
Número XXIII
Junio de 2013
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Discurso de graduación

Tomás Girona, alumno de 2º de Bachillerato

En diciembre de 2011 se me ocurrió hacer un discurso de navidad para mis compañeros y lo que me pareció ser una idea brillante ha tenido como consecuencia que, hace tres días, Carlos me viniera a buscar y me ofreciera hacer el discurso de graduación. Y desde hace tres días estoy pensando qué escribir en estos papeles, qué decir ante mis compañeros, ante mis amigos, familia y profesores.

Y esta mañana, a las nueve, me vino la inspiración y empecé a escribir dos pequeñas historias, dos anécdotas que me han marcado y creo que todo el mundo debería escuchar.

La primera historia es sobre un sueño, pero no mi sueño sino el sueño de una gran persona, el sueño de un amigo. Es el sueño de un hombre que vino el primer día de este largo curso a nuestra clase y, como buen tutor, nos explicó de qué iba a ir 2º, las cosas que íbamos a hacer, nos advirtió sobre el estrés... En fin, lo que hace un tutor. Pero sinceramente todo esto importa poco porque nos habló de una cosa mucho más importante: nos habló de nosotros. De cada uno de nosotros. Nos dijo que miráramos en nuestro interior, que buscáramos y, lo más complicado de todo, que encontráramos... algo que es único, algo que es completamente nuestro: nuestro sueño, y que nos abrazáramos a él como si de un tesoro se tratase. Esto, que parece tan sencillo, puede ser la clave de toda una vida. Todo se convierte en secundario. Este 2º de Bachillerato se convierte en algo minúsculo, en algo sin importancia e incluso a veces en algo inútil.

Pero había un problema: nos confesó que, a pesar de ello, él no había cumplido los suyos... Esto fue, la verdad, un gran golpe para mí. Es decir, si la persona a la que admiro no ha cumplido sus sueños, ¿cómo voy a llegar a cumplir yo el mío?

Pero, como les decía, esta historia no es sobre mí, es sobre una buena persona. Y un año más tarde, Felipe, te digo que si uno de tus sueños era inspirar y convertirte en un referente de, al menos, uno de esos chavales, siento tener que llevarte la contraria porque has cumplido uno de tus sueños. Y si hoy, con sus palabras a través de mí, soy capaz de inspirar a, al menos, uno de ustedes... me iré contento. Pero si, además, ese uno es mi hermano Alex, puedo decirles que habré cumplido uno de mis sueños.

La segunda historia es también sobre un amigo, muy cercano a mí de hecho. Este amigo ha tenido un año complicado: rompió con su novia, se lesionó y tuvo que dejar el deporte que amaba. Todo esto vino acompañado con unos problemas familiares... Todo a la vez en un año como es 2º de Bachillerato. Me lo encontré un día y les aseguro que estaba bastante mal, bastante jodido. Me contó todo lo que les estoy contando a ustedes ahora. Y sonrió. Y le pregunté por qué. Y, ¿saben qué dijo? Que todavía le quedaba algo, algo más importante que las novias o el deporte. Le quedaba algo por lo que seguir luchando cada día. Le quedaba algo que le hacía seguir adelante a pesar de lo mal y de lo miserable que se sentía. Le quedaba Héctor, le quedaba Adri, le quedaba Pepe y Vacas, Mara, Aarón, Juan, Martín, Yolanda y Spitzer... Le quedaban 26 motivos por los que no se podía derrumbar, por los que no tenía derecho a caer...

Hay gente muy especial en este mundo que se merece nuestra sonrisa cada día. Hay gente que está a nuestro lado hasta el día de nuestra muerte y se merece nuestra sonrisa. Hay gente que saca lo mejor de uno mismo, y se merece nuestra sonrisa. Hay gente que hace que esta vida merezca la pena, y se merece nuestra sonrisa. Hay gente que, sencillamente, es única y les debemos nuestra mejor sonrisa cada día.

Así que, de parte de mi amigo y de mi parte os doy las gracias a las 26 personas más especiales de este mundo, tanto si estáis aquí como si no, por cada uno de los días que me habéis regalado a vuestro lado.

Y concluyo esta segunda historia diciéndoles que se agarren fuerte a sus amigos, pero los de verdad, porque ellos son una gran parte de nuestra vida y de nuestro futuro.

Dos años han pasado desde que me encontré delante de mis compañeros haciendo el que fue mi primer discurso y hoy, aquí, tengo el privilegio de poder dar las gracias a la directiva del IES Rosa Chacel, así como a todos sus profesores, a todos sus alumnos y a todos sus padres por habernos ofrecido este último año en ésta que es nuestra gran familia. Y dos años más tarde tengo el privilegio de desearos a todos, a los que conozco y a los que no, que se cumplan vuestros sueños.